Ya se que solo llevo un mes en Italia..... pero que quereis!! me aburro rápidamente de las cosas.... por eso, solo 3 días antes de coger un tren, decidí irme, y ¿dónde decidí que me iría? Pues como no hay nada mejor que pasar un largo y aburrido puente con la familia.... puse tierra de por medio caminito a la bella Svizzera..... il paese della cioccolata!!!!!!!! Concretamente a Zürich para reunirme con mis primos.
Trás 7 horas de viaje llegé por fin a Zürich.... hasta ahí todo bien, el problema vino cuando me baje del tren, ¿y ahora qué? Suena el teléfono, es mi tía para decirme que mi prima Maria no me encuentra, que si he llegado bien.
Sí, yo había llegado bien, no me había perdido, el problema radicaba concretamente en que la última vez que mi prima María me había visto estaba yo un poquito cambiada...... poca cosa eh!! nada de lo que debiésemos preocuparnos...... solo hacía 18 años que no me veía, si tenemos en cuenta el pequeño detalle sin importancia de que tengo 21........ ^^
Tranquilos, tranquilos, al final nos encontramos sin problemas y nos fuimos a casa.
Los días por Zürich pasaron lentos, disfrutando cada minuto, riéndonos de cada tonteria, y disfrutando del delicioso chocolate suizo.
Estuve de compras por la Bahnhofstrasse (para aquellos incultos de la vida, es la calle mas cara del mundo) y obviamente para poder comprarme algo tuve que meterme por calles anexas, pequeñas y con tiendas menos lujosas.
De paseo por la ciudad, viendo el lago, en un mercadillo hippie, visitando la parte histórica, tomando una cioccolata calda (buenísima por cierto), un capucchino a los pies del río y disfrutando de la compañía de mis primos.
Pero ya sabeis que soy un culo de mal asiento.... y decidí que no me conformaba con cruzar una frontera, por eso, me acerqué hasta Alemania para cenar una de las noches en casa de uno de mis 3 primos. Típica casa alemana, en mitad del campo, con su jardincito, preciosaa.....
Terminamos de cenar,y claro, mis sobris tienen 3 y 4 añitos, allí la calma duró mas bien poco, y entre juegos con los niños, risas y chupitos pasamos la sobremesa hasta que fue hora de irse de nuevo a casa.
Al día siguiente vendría la prueba de fuego... que te dejen de niñera de tu sobrina, que es un encanto, pero mala con ganas, y que aunque sabe italiano la joia se niega y solo te habla en alemán, es un problema..... ¿no creeís? jajajaja
Asusta más de lo que parece, el truco está en saber lo que la niña quiere...... y todos los niños quieren dibujos animados, solución: poner en youtube capítulos de winnie the pooh en italiano ^^
El fin de semana llegó a su fin, y trás otras 7 horas de viaje, volví a Padova. Con una sonrisa en la cara y con muchas ganas de volver dentro de poco.
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